La planta de generación de energía a partir de residuos más grande del mundo abrirá sus funciones en 2020 a las afueras de Shenzhen, China. Diseñado por Schmidt Hammer Lassen y Gottlieb Paludan, la fábrica manejará 5.000 toneladas de residuos diariamente dentro de una estructura simple, limpia e icónica.
Con una población de 20 millones, Shenzhen produce 15.000 toneladas de basura por día, un número que está aumentando anualmente alrededor del 7%. Para neutralizar esto, la nueva planta de Shenzhen no sólo utiliza los procesos tecnológicos más avanzados en la incineración de residuos, sino que también busca servir como una fuente de educación para los ciudadanos. En un solo día, la planta se ocupará de alrededor de un tercio de los residuos generados por los habitantes de Shenzhen.
Los visitantes son invitados a acceder a la fábrica a través de un parque, cruzando un puente de entrada que se eleva hasta un hall y un centro de visitantes con vistas a la maquinaria de la usina.
El edificio presenta una forma circular para controlar el impacto de la estructura y la cantidad de excavación necesaria para construir en el lugar. El proyecto organiza toda la fábrica, incluyendo edificios auxiliares, en un único volumen, rompiendo el tradicional diseño rectangular de las instalaciones industriales.
El techo de 66.000 m2 está diseñado para ser cubierto por hasta 44.000 m2 de paneles fotovoltaicos, ofreciendo la oportunidad a la fábrica no sólo proporcionar una manera más limpia de manejar los residuos de la ciudad, sino también contribuir a la provisión de energía renovable.
El diseño comenzó a principios de 2016 y la fábrica comenzará sus operaciones en 2020.